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Temporada de Influenza: La prevención sigue siendo el arma más importante para combatirla

Además de ser una enfermedad estacional, las reuniones y viajes en época festiva suelen ser desencadenantes para el aumento de casos de influenza y otras enfermedades respiratorias.

La influenza estacional es una enfermedad respiratoria conocida comúnmente como gripa o gripe. Es una enfermedad contagiosa provocada por los virus de la influenza que infectan la nariz, la garganta y en algunos casos los pulmones. Este virus puede causar un cuadro leve o grave y en ocasiones puede llevar a la muerte. La mejor manera de prevenir la influenza es vacunándose todos los años.

Otras de las características más importantes de la influenza es que suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales. Según el Departamento de Salud, el virus de la influenza estacional se detecta todo el año en los Estados Unidos y Puerto Rico, en conjunto con otras enfermedades que afectan el aparato respiratorio.

El virus de la influenza es más común durante los meses de otoño e invierno. El inicio y duración exactos de las temporadas de influenza varían, pero la actividad de la influenza a menudo comienza a aumentar en octubre.

Por lo general, el periodo de mayor actividad transcurre entre diciembre y febrero, aunque la actividad significativa puede durar hasta finales de mayo.

La gripe estacional tiene fácil propagación y se transmite rápidamente en entornos como las escuelas, los espectáculos deportivos o culturales y las residencias de ancianos, entre otros sitios de alta o mediana concurrencia de personas.

Según la Organización Panamericana de la Salud, en los climas templados las epidemias estacionales se producen sobre todo durante el invierno, mientras que en las regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, produciendo brotes más irregulares.

Rápido y fácil contagio

Una de las preocupaciones más comunes que reviste esta enfermedad es su alto poder de contagio. Al toser o estornudar, las personas infectadas dispersan en el aire, a distancias de hasta 1 metro, gotículas infecciosas (con virus), infectando así a las personas cercanas que inspiran esas gotículas.

El virus también puede transmitirse por las manos contaminadas. Para prevenir la transmisión hay que lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser.

El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad) es de unos 2 días, pero oscila entre 1 y 4 días. Por lo general, la medida del tráfico en los consultorios médicos se basa en los informes de síntomas como la tos y el dolor de garganta, no en diagnósticos confirmados por el laboratorio. Por tanto, puede incluir otras enfermedades respiratorias.

Es probable que haya habido una mayor propagación de los virus respiratorios durante las reuniones de Acción de Gracias y se espera que el alto flujo de viajeros durante los días de Navidad y Año Nuevo genere un pico de contagios en las primeras semanas del mes de enero, creen los expertos.

Cuándo debes consultar con un médico

En la mayoría de los casos, las personas con influenza pueden tratarse la enfermedad en casa y con frecuencia no necesitan acudir al médico. Si tienes síntomas de influenza y corres el riesgo de tener complicaciones, es muy importante recurrir a algún centro de atención médica de inmediato.

Tomar medicamentos antivirales puede reducir la duración de la enfermedad y prevenir problemas más graves, aunque siempre se recomienda que estos sean autorizados por un profesional de la salud. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, en personas adultas los síntomas que indican una emergencia pueden incluir lo siguiente:

-Dificultad para respirar o falta de aire

-Dolor en el pecho

-Fiebre mayor a 38 grados

-Mareos constantes

-Convulsiones

-Enfermedades preexistentes que empeoran

-Debilidad o dolores musculares intensos

La infección por el virus de la influenza es relativamente común y es difícil obtener un número exacto de afectados cada temporada debido a que no todas las personas con síntomas acuden al médico o se hacen pruebas de detección.

Tras más de dos años de transitar por una pandemia, el alto grado de concientización y resiliencia que ha adquirido la población seguramente funcionará como una barrera para que los casos de influenza no aumenten en los meses del invierno, aunque se espera que el máximo de contagio llegará en el próximo mes de enero.

Sin embargo, cabe recordar a la población el uso de la mascarilla si se presenta sintomatología respiratoria o si se visita lugares concurridos, así como el lavado frecuente de manos y la aplicación de la vacuna contra la influenza.

En medio de los días festivos, es normal que se baje un poco la guardia en relación con los cuidados preventivos. Esto no debe ser así y hay que mantenerse alerta en todo momento para evitar sufrir el contagio no solo de influenza, sino de cualquier tipo de enfermedad respiratoria o de Covid.

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